cierre relampago

una tormenta de palabras
rebotan y pican en cada lateral
elegir hacer lo no aconsejado
para vomitar las palabras atragantadas
y reconfirmar lo que los silencios decían
anónimo llamado disimuladamente bien recibido
sólo por el personaje de caballero maduro
ya nada quedaba de la galantería del primer discurso
una argumentación basada en nada
quizás nunca existió algo
cambio de roles
el pez pescador
un mar de encrucijadas aprendidas de memoria
y ahora casi saliendo del laberinto al que nadie me invitó
no sé cuántos pasos faltan
excusas de cobardes y mi valentía sin aplausos
esta osadía erró de destinatario
porque ese otro piensa que yo quería otra cosa más que una suma de buenos polvos
catarsis pública
hablar y hacer es la única ecuación que hoy necesito acá y allá
una puta vez que me animo a dejarme llevar sólo encuentro un nene jugando al ajedrez y abandona la partida
quizás enojo
o más bien un estar al plato
altamente recomandable cansarse de tanta zaraza para que los oídos descansen
el placer de transgredir las propias formas de proceder
de a poco una seguridad de que próximamente conoceré a un opuesto
que se haga carne de sus palabras, y que se ánime a apostar
sin garantías,
punto.

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