pasaje de ida
por tiempo indeterminado
vacaciones de tu histeria y la mía
dónde sólo se habla y nada preside
priorizo los sucesos que suceden a las palabras
lo ambiguo
leer entre líneas
adivinar el bla bla bla
crear hipótesis
intepretar
paso!
oxida
vida útil de las palabras
caducó nuestro cupón
promoción limitada por lo intangible de nuestras palabras
palabras al servicio de la pasividad
tangible aquello que ahora deseo
me seduce lo real, lo próximo a suceder,
fantaseo con eso que estoy por hacer
desenredo los cables
y huyo del interés a medias
no hay necesidad de probar
hasta pronto a los dobles sentidos desperdiciados
me gustan los actos directos despojados de ambigüedad
hacerse carne del juego
para no guardarse las cartas

casi una invitación

suponete, ponele
que lo tengo en la punta de la lengua
se que es en cursiva pero desconozco consecuencias
siempre casi te estoy por decir
casi te invito
a jugar a la rayuela
un terrame para bajar la guardia
bajo una cursi estrella
bajo un sauce que no empalaga
bajo un cartel de av. rivadavia
no importa dónde
importa lo que quiero y no hago
como dar un pie que de un paso exacto?
obsequio
¿cuántas veces somos realmente auténticos?
desvestirse con ropa, propongo
un algo no superficial sin mañana pero con hoy
son tan tentadores los algos que no empiezan
casi que resulto obvia
una invitación en la bandeja de salida
algo me inyectaron porque ya no puedo sumar a la lista de pendientes
la magia existe?

viajar

quizás para responder viejas preguntas hay que volver al origen
pero un volver limpio y desprolijo
nueva visión
vaciar la caja
tiras las cartas
un viajar en el tiempo con la credencial del ser presente
un yo descapotable, al intemperie
un jugar de ayer transformado por los pasos que llevaron
una duplicidad
una rotación de encuadres, en donde aquello que fue débil hoy es fuerte
un cuerpo que hoy es
una energía que era fácilmente eclipsada pero ya no lo es
una definición de ubicación
en un lugar que fue y hoy ya no es
carne directa
un accionar a través del deseo
una pluralidad singular que atraviesa
un ello gobernante
y una manifestación pura del instinto primero
viajar sólo a través de un fluir siguiendo las pistas del las migajas del deseo
Desatar las voces, desensoñar los sueños: escribo queriendo revelar lo real maravilloso, y descubro lo real maravilloso en el exacto centro de lo real horroroso de América.

En estas tierras, la cabeza del dios Eleggúa lleva la muerte en la nuca y la vida en la cara. Cada promesa es una amenaza; cada pérdida, un encuentro.

De los miedos nacen los corajes; y de las dudas, las certezas. Los sueños anuncian otra realidad posible y los delirios, otra razón.

Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. La identidad no es una pieza de museo, quietecita en la vitrina, sino la siempre asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día.

En esa fe, fugitiva, creo. Me resulta la única fe digna de confianza, por lo mucho que se parece al bicho humano, jodido pero sagrado, y a la loca aventura de vivir en el mundo.


Eduardo Galeano. "El libro de los abrazos".